RESUMEN DEL US OPEN 2018

LAS 10 CONCLUSIONES QUE DEJA EL US OPEN 2018

Después de la tormenta llega la calma y una oleada de emociones tal como la que ha supuesto el US Open 2018, merece una tranquilidad placentera que invite a la reflexión. Tras quince días de alegrías, decepciones, sorpresas y, sobre todo muy buen tenis, el deporte rey de la raqueta toma un respiro y echa la vista atrás. Quedarán imágenes para la historia del tenis mundial de un torneo prolífico en momentos inolvidables y cuyo desenlace ha proporcionado material más que suficiente como para plantearse muchas cosas de cara al futuro. Estas son las diez conclusiones que deja el último Grand Slam del 2018.

1. NOVAK DJOKOVIC VUELVE A SER UN DOMINADOR IMPLACABLE.

El tenis le necesitaba y se está viendo que la sensación era recíproca. Se vuelve a ver a ese jugador que asombrara al mundo y dejara a todos sus rivales con un poso de impotencia absoluta para poder vencerle. Pasó de salir de París muy decepcionando y planteándose cuándo volvería a jugar, a levantar el título en los dos últimos Grand Slams y hacerlo con una suficiencia insultante. Su tenis es perfecto, no tiene agujeros y esa mentalidad competitiva y voracidad ganadora es el mejor aval para que vuelva a establecer un auténtico imperio en el circuito ATP.

2. JUAN MARTÍN DEL POTRO, ÚNICA ALTERNATIVA REAL AL BIG3.

Ha de estar muy satisfecho y orgulloso el argentino. Su tenis ha alcanzado un estatus superior en este torneo y la posibilidad de volver a verle levantando un título de Grand Slam es más que plausible. Se erige en el único jugador aparentemente capaz de vencer a Djokovic, Nadal y Federer en una gran cita, y su posición en el ranking así lo atestigua. A sus 29 años, tiene tiempo por delante para poder cerrar el círculo y levantar un trofeo muy merecido por su capacidad de resiliencia.

3. RAFAEL NADAL Y ROGER FEDERER, SENSACIONES DIFERENTES PERO UNA MISMA AMENAZA.

Los dos han acabado con un Grand Slam la temporada, pero es cierto que, en el caso del español, su regularidad y gran tenis hacen que pueda sentirse mucho más satisfecho que Roger. Las derrotas del suizo en Wimbledon y US Open han sido muy dolorosas; una por bloqueo mental y la otra por bloqueo físico, las señales del paso del tiempo comienzan a ser inequívocas. Misma amenaza en un Rafa que tiene cuerda para rato, pero cuyas lesiones vuelven a cortarle una dinámica positiva. No es lo mismo tener una lesión grave con 20 que con 32 años

4. ANDY MURRAY Y STAN WAWRINKA, BROTES VERDES Y NECESIDAD DE PACIENCIA.

Volvió el británico a ganar un partido de Grand Slam y batalló con fiereza ante un gran Verdasco. No se esperaba mucho de él pero la actitud demostrada pone de manifiesto que está en el buen camino y que ostenta las ganas necesarias para buscar su reingreso en la élite. Por su parte, el helvético se metió en tercera ronda y su derrota ante Raonic fue en un partido limpio, sin problemas aparentes en los desplazamientos y en el que pudo competir de tú a tú con el canadiense. Gran noticia para ambos, que deben mirar en el medio y largo plazo.

5. DE MIÑAUR, KHACHANOV Y SHAPOVALOV, CADA VEZ MÁS CERCA DE LA ECLOSIÓN.

Grandes sensaciones las dejadas por estos tres miembros aventajas de la NextGen, que pisaron la tercera ronda del Grand Slam neoyorquino y mostraron muy buena imagen ante grandes jugadores. Cilic sufrió lo indecible para derrotar al australiano, Nadal tiró de épica para ganar al ruso y Anderson recurrió a un quinto set agónico para frenar al canadiense. Torneo vital en su proceso de formación como jugadores y sensación de que la próxima vez, estarán preparados para alcanzar la segunda semana de un Grand Slam.

6. NAOMI OSAKA, EL NACIMIENTO DE UNA ESTRELLA.

Impresionante torneo el realizado por una jugadora japonesa tremendamente carismática y cuyo tenis es completo y polivalente. Lejos de las posiciones antagónicas de pegadoras y jugadoras de contraataque, Osaka es capaz de jugar bien en todo contexto y atesora una versatilidad que puede ser su mejor aval para dominar el circuito WTA. Título de Grand Slam con 20 años y sabiendo manejar situaciones que podrían haber hecho entrar en colapso a cualquier otra.

7. SERENA WILLIAMS, CAPAZ DE LO MEJOR Y DE LO PEOR.

Equivocada de cabo a rabo la leyenda estadounidense, que acabó convirtiendo el sueño en pesadilla. La menor de las Williams se equivoca de manera flagrante en erigirse en santo y seña del feminismo y las madres si distorsiona con ello cada polémica en la que se vea envuelta. Sus errores y falta de deportividad estuvieron a la altura de lo acaecido en la final del US Open 2009 con Kim Clijsters, y ensombreció un triunfo sin paliativos de una Osaka muy superior a ella. Problemas evidentes para asumir derrotas y, sobre todo, reconocer que se equivoca.

8. UN CIRCUITO FEMENINO TOTALMENTE IMPREDECIBLE.

Solo llegaron a cuartos de final dos de las ocho primeras cabezas de serie (Stephens y Pliskova) mientras que en octavos había cinco de las 16 primeras cabezas de serie (Keys, Svitolina y Mertens además de las anteriores). Las favoritas fueron cayendo como fruta madura ante tenistas cuyo talento y potencial no se corresponden con el ranking ocupado por sus problemas para ser consistentes todo el año. Cualquier puede ganar a cualquiera. ¿Mérito de las secundarias o demérito de las favoritas? Ese es el debate.

9. GARBIÑE MUGURUZA, EN UN POZO SIN FONDO.

Resulta difícil valorar la temporada de la española sin caer en cierta desesperación y crítica ácida. Nadie duda de que ella es la que más está sufriendo esta situación y la que más desea ganar pero su actitud en pista no está siendo nada constructiva. Luce falta de energía, despojada de esa intensidad de la que ha hecho gala en los últimos tiempos y carente de soluciones. Debe tomar decisiones ya si quiere salir de una crisis que ya deja de ser tenística, y parece existencial.

10. MARIA SHARAPOVA SIGUE SIN ENCONTRARSE A SÍ MISMA.

Sin pena ni gloria. Así camina la tenista rusa por el circuito WTA desde que volviera de su sanción por dopaje y no da la sensación de que esto vaya a cambiar. No está ya falta de ritmo, juega torneos con recurrencia pero su mejor tenis solo es ofrecido en pequeños destellos. Un regusto amargo impera en todos los aficionados que podrían esperar ver a una Masha competir por lo máximo. Tendrá que seguir trabajando para intentarlo.